Indignante!!
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No quisiera asustarles hablando otra vez de las JMJ y los problemas varios que tenemos en España, así como lo que pienso de la religión y otras muchas cosas más. No quisiera alargar demasiado el post con un contenido que ahora mismo, para el tema que quiero tratar no viene a cuento.
En España somos 47 millones de personas. Cada una de ellas con una forma de ver la vida y enfrentarla muy diferentes. Así sucede con las opiniones. Por ejemplo, yo opino que las JMJ son inmorales habiendo gente en Somalia muriéndose de hambre. Literalmente. Pero así como yo veo la cuestión de esa manera, soy consciente de que hay personas a las que esto les importa un comino y se largaron a escuchar los sermones varios del pontífice.
Quitando esta cuestión ideológica del mapa, no puedo evitar sentir la sensación de que en los últimos tiempos la brutalidad policial hacia civiles ha aumentado de tal modo que comienza a ser un problema social. Y este problema ya ha colmado el vaso. Hace unos días, según El País, una brigada antidisturbios agredió a tres viandantes sin mediar palabra. Y según se sabe, esta gente no había hecho nada para merecer semejante agresión.
Ojo, con eso último no pretendo justificar la agresión. De hecho, me parece completamente injustificado. Y para que la violencia por parte del cuerpo me parezca justificada se tiene dar el supuesto de que haya una infracción flagrante de la ley, así como vidas en peligro. Como por ejemplo, que un maltratador tenga intenciones de matar a su mujer, ya sea en su casa o en público. Ahí entendería la actuación policial, y más si consiguen salvar a la mujer. O que alguien tenga la excelente idea de tomar rehenes en un colegio. Otro caso en el que vería consecuente la actuación policial.
Pero desde el 15M, la gran mayoría de sus apariciones en los medios destacan por su brutalidad. Y estos días se han multiplicado. La cuestión es la siguiente: la Policía, ya sea nacional, autonómica o local, es financiada por los contribuyentes. Es decir, impuestos. Por esto, se supone que la función de los agentes del cuerpo es velar por la seguridad de los ciudadanos de bien, mientras arrestan a los criminales que atentan contra las normas de la sociedad, conocidas como leyes. Pero si un determinado grupo de agentes se dedica a agredir a un número de personas sin motivo, en teoría se saltan su propia función. ¿O no es cierto?
Con esto no quiero decir que todos los policías sean de esa manera. Así como hay agentes que no actúan dentro de la ley, como el caso de Ginés Jiménez y compañía en Coslada, estoy segura de que hay agentes que se toman en serio su trabajo. Pero lo que no es justo para las personas que tan sólo queremos vivir nuestras vidas es que, al pasear por la calle, tengamos que pensar que podemos acabar en un mal sitio en un mal momento y sufrir una agresión de este tipo. Definitivamente, sólo de pensarlo empiezo a sentir una vergüenza infinita por estas personas, si se las puede llamar así.
Además, como dije al principio, en este país somos muchos y tenemos maneras diferentes de verlo todo. Y sinceramente, no se puede someter a una persona a una violencia de este tipo sólo porque piense que muchas de las cosas que se están haciendo desde arriba estén mal, que es lo que ha venido pasando en los últimos tiempos. Se supone que como seres humanos tenemos derecho a tener una opinión nuestra, así como a manifestarla sin temer represalias de ningún tipo. Pero cuando varias manifestaciones acaban en sesión de hostias, algo no funciona.
En conclusión: en mi humilde opinión, la Policía debería actuar de este modo sólo en casos justificados. Y sobre todo, ponerse las pilas en ciertos campos. Es muy triste saber que en la gran mayoría de los casos los agentes se descojonan cuando, por ejemplo, un hombre va a una comisaría a denunciar que es maltratado por su mujer. Un problema serio, aunque muchos se lo tomen a risa.
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Siempre igual, que asco de gente...
