El resurgir de un Imperio (Juego de ROL)
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- Como noble Hobbit, te pido disculpas joven paladín. El cansancio y la desesperación por la espera agotan mis sentidos y confunden mi alma. Esto me recuerda a la historia de mi bisabuelastro, Gromppin de Grutherland, que debido a un exceso de alucinógenos confundió al rey con un campesino y fué ejecutado.
Sin más, me puse a rezarle una pregaria al Gran Abuelo, Dios de los Antepasados, para que nos bendiga en nuestro viaje y bendiga al guía para llegar nuestra actual posición.
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Si, es verdad estoy demasiado cansado para razonar de forma correcta te pido mis mas sinceras disculpas,espero que el guia aparezca pronto...
Me vuelvo a sentar pensando que como demonios me he podido equivocar asi... no es propio de mi me estara afectando el cansancio? Bueno no podemos hacer otra cosa.
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Desesperado, Anghios, sin que nadie le preguntase de donde provenía se dispuso a hablar en un tono entrecortado.
-Hola a todos, yo soy Anghios, un troll cazador que necesita cazar su propio alimento...
Todos miraban a Anghios como un bicho raro, a lo que este comentó al instante sin dejar correr un pensamiento más sobre la mente de los demás compañeros.
_-Pero tranquilos chicos, solo como animales jejeje Nada de humanos, y menos a mis compañeros, además, nosotros, los trolls, tenemos unas papilas gustativas delicadas o nulas, dependiendo de nuestro estado de ánimo, y si estoy desesperado... muy ricos no ibais a estar :icon_razz: _
Rápidamente, Anghios congenió con todos y cada uno de ellos aliados, todos sabíamos que el "bicho raro" era Anghios, al último al que pedir un favor...
-Dejando de lado mi presentación, no hay por qué preocuparse, el guía podría aparecer pronto o no, todo depende de él, pero según un sabio dijo, si está a punto de caer un rayo, es mejor no cobijarse entre los árboles ni llevar nada metálico que pueda atraerlos. Así que es mejor guardarlos hasta que la lluvia cese y el guía aparezca... ¿Qué os parece chicos?
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- Caballeros? -- exclamó un sonriente humano -- tenía entendido que seríais seis los valientes aventureros, pero...si son cuatro, mejor, mucho mejor...
Ante la vista de todos, un hombre bien parecido de altura de mediana se presentaba.
- Mi nombre es Rellior, seré vuestro guía y estaré aquí para serviros -- canturreó lentamente. - Pero bueno, qué estamos haciendo aquí, el rey ya os habrá informado acerca de la difícil misión así que nos convendría seguir avanzando.
El día seguía tan oscuro y nublado como lo había estado desde el inicio del viaje. No era un buen augurio, y el guía muy en el fondo lo sabía. Caminaron durante un largo tiempo, bajo una tormenta que amenaza con ser cada vez más violenta. Los rayos empezaban a asomarse y el terreno poco o nada los beneficiaba. Deicidieron apresurarse más, tratando de encontrar lo más rápida posible la entrada al bosque. Llegados a un punto, el guía se detuvo, empapado por la lluvia y visiblemente aterrado por el hostil escenario que su propia tierra presentaba.
- La noche se acerca y lo más probable es que tengamos que armar un campamento. A unos pocos metros de aquí hay una cueva, donde podemos cubrirnos del mal tiempo y esperar hasta mañana. De todas formas, no lo sé, si vuestros cuerpos no necesitan descanso alguno podemos seguir avanzando. Normalmente la tormenta asusta a los animales salvajes de este bosque, sin embargo últimamente sucede todo lo contrario. Decidan ya, no tenemos mucho tiempo.
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Ya era hora por que demonios tardaste tanto? Bueno ahora lo que importa es seguir perdona por ser tan grosero... yo voto por armar un campamento tengo frio i estoi empapado vosotros que decis?
Al fin !!.- Pense ya esta aqui el guia donde se habria metido,bueno ahora lo que importa es decidir a ver lo que hacemos que pensaran los demas?
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Anghios cada vez se ponía mas nervioso por no "encajar" entre los demás humanos... No sabían nada sobre él, sus costumbres o... su día a día.
_-Jeje, bueno chicos, me parece bien que podáis acampar aquí, por mi no hay problema. Después del chaparrón merecemos un descanso jejejeje :O.o: :O.o: _
Hoy no era el día de Anghios, estaba muy nervioso pero... ¿por qué?
Se acercó al guía y le dijo al oido...-Gran guía, permítame confesarle un secretillo... Verás, los trolls no nos alimentamos de humanos, para nada, nos alimentamos de animales, y según lo que dijiste... claro, aquí aparecen estos últimos días bastantes animales y verás... no quiero que se enteren mis compañeros. Ya he sido tachado de rarito por llevar estas "pintas". Aunque los nosotros, los trolls, antes de pegar una buena siesta tenemos que ir con el estómago vacío, y no quiero hacerlo delante de ellos. Así que tendré que cazar antes de ir a dormir y reponer fuerzas, si no a la mañana siguiente estaré desnutrido. Nosotros consumimos una grandiosa cantidad de calorías y grasas por las noches, y si no comemos una buena cantidad antes de dormir, podemos despertarnos desorientados, desnutridos o incluso muertos.
Pero... ¿pasará algo esa noche? ¿podrá comer? ¿se enterarán sus compañeros? [...]
Bueno chicos, id preparando las tiendas de campañas, yo prepararé la mía algo más tarde, necesito que me de un poco el aire, y si tengo oportunidad de explorar algo nuevo por aquí nos vendría genial. Buenas noches compañeros!
Dijo en un tono poco creíble...
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-Ni lluvia, ni viento, ni la tormenta nos podrá parar. Los paladines no nos asustamos ante semejante problema, mi decisión es continuar sin mirar atrás y cualquier bestia que se cruze en mi camino terminará en el suelo suplicando que no la ejecute.
A demás como dijo el guía las criaturas ultimamente no acostumbran a asustarse con la tormenta, así que no hay de que asustarse, pero si que estoy en contra de la idea de Anghios y Agathor, ya que esto muestra debilidad y carencia de resistencia, cosa que un guerrero no debe tener.Ya era nuestro primer desacuerdo y no llevabamos escasamente un día, no se lo que podría significar pero no les quitaría el ojo de encima ya que seguidores oscuros pueden aparecer en todo momento.
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Estaba asimilando los comentarios de mis compañeros, reflexionando sobre cada uno de ellos. Debido a los peligros que corrían por estos tiempos, cuando me decidí a intervenir opté por lo más razonable:
**- Compañero de trabajo, amigo, humano. Estoy en desacuerdo con tus decisiones, ya que como paladín debes cuidar de tu pueblo y, si salimos de noche por el bosque, a oscuras, estaremos poniendo en peligro a nuestro querido guía. Sugiero que lo sometamos a votación y decidiremos de la manera más justa. Pero en lo que a mí respecta, deberíamos descansar al resguardo de una cueva y reponer fuerzas, ya que en otros momentos de esta aventura quizá no podamos disrutar de este lujo. Corre por mi tierra un dicho de autor anónimo, solo se sabe que es un antepasado de la comarca Hobbit, que dice así: **
[alinear-centro]Disfruta cuanto puedas de la relajación
y lo agradeceras en los momentos de acción.[/alinear-centro] -
Apoyo al hobbit podriamos reponer fuerzas para poder seguir mañana busquemos un buen sitio si queremos descansar bien.
Al ver que el hobbit apoyaba mi opinion pense que podriamos pararnos a descansar hasta mañana ese habia sido un dia muy ajetreado
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- Está bien, al parecer la mayoría estamos de acuerdo en que necesitamos al menos un respiro. - dijo rápidamente el guía - Podemos discutir más tiempo aquí, pero os juro que este tipo de tormentas no son de las que esperan para caer furiosamente. Vamos, a la cueva rápido.
Sin perder tiempo, todos se dirigieron corriendo a su improvisada guarida. Biped lo hacía con desgano, mirando hacia el bosque y preguntándose el por qué una simple tormenta les aterraba, cuando lo verdaderamente escalofriante aún no se presentaba ante ellos. Desde adentro, el panorama que se mostraba ante sus ojos era verdaderamente increíble. Parecía que la misma naturaleza estaba en su contra.
- Mañana conseguiremos comida y partiremos rumbo al portal. Por ahora no podemos hacer nada más. Buenas noches.
Minutos después, todos reposaban incómodamente en medio de rocas y ante un oscuro pasadizo nada tranqulizador. Uno a uno fueron quedándose dormidos. Sin embargo, acosados por sus instintos, decidieron echar un vistazo a la cueva. Lentamente caminaron algunos metros, hasta llegar a una bifurcación. Los dos caminos parecían tranquilos, por lo que decidieron regresar y dormir de una vez por todas. Ya allí, el sueño se apoderó de todos. Todos menos de un troll hambriento e impaciente. Necesitaba cazar, pues su estómago le exigía algo, por muy pequeño que fuera. Sin fuerzas para aguantar más, el troll salió a cazar, acompañado únicamente de su lobo, esperando regresar poco tiempo después.
Y así, en medio de la noche, el guía abrió los ojos y se levantó cuidadosamente. Observó a duras penas a los aventureros y abandonó la cueva bajo su capucha y una tormenta que no parecía tener fin. Agathor, sintiendo algo extraño, abrió los ojos. Vió al guía fuera de la cueva y preguntó:
- Hay algún problema?
Inmediatamente la entrada de la cueva comenzó a desplomarse, cayendo rocas a diestra y siniestra tanto dentro como fuera de la gruta. Agathor y Callum lograron esquivar rápidamente las piedras, mientras que Biped resultó con algunas pequeñas heridas. Nada de lo que alarmarse. Preocupados todos, llamaron a gritos al guía, preguntando por su estado e intentando apartar las rocas de la entrada para poder salir de aquella prisión.
- Tranquilos, yo estoy bien. - dijo el guía - Los que no están bien son vosotros. Cuatro héroes, lástima que duraron tan poco tiempo...pensé que todo sería más difícil, a decir verdad. En serio se creyeron lo del clima? - de un momento a otro el sonido de la tormenta cesó totalmente - Buen viaje, imbéciles.
Dentro de la cueva, los 3 guerreros no salían de su asombro por la reciente traición. Además, no había señales del troll ni de su mascota, por lo que posiblemente también podría ser parte del engaño.
Afuera, el troll se encontraba muy extrañado. De un momento a otro la lluvia había dejado de caer, y la noche ahora parecía demasiado tranquila. De regreso a la cueva, vió al guía adentrándose en el bosque. Confuso, miró hacia lo que antes había sido la entrada a la caverna. El guía poco a poco se confundía cada vez más con la abundante vegetación. Si iba a seguirlo, tendría que apresurarse. Sin embargo sus compañeros parecían necesitar ayuda.