El resurgir de un Imperio (Juego de ROL)
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**_Argh estubo cerca esa roca.
Pero que demonios le pasa a ese desde el primer momento no me dio buena impresion callum biped estais bien? Donde esta el troll? me levante antes i no estaba... i ese guia veia que tenia algo raro,casi nos quedamos ahi dentro donde estara el troll?
Bueno tranquilos estais todos bien?_**
Aun no conseguia asimilar lo que pasava pero en este momento me interesaba mas encontrar a Anghios que cuando me levante intente mirar a ver donde havia ido el guia pero no pude estaba todo sepultado por las piedras...
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¡ANGHIOS!** _Grite desesperadamente esperando una respuesta... -
_-Os lo avisé era mejor proseguir hubieramos tenido más posibilidades continuando bajo la tormenta, y mira quien fue el maldecido por el detino, yo que gracias al derrumbe estoy herido y no se si en un futuro próximo me pasarán factura.
Lo importante es ahora saber el paradero de Anghios y rezar para que no haya corrido la misma suerte que nosotros, o la que pueda correr.
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Intenté mover algunas rocas pero fue inutil ya que había una gigante que impedía el paso, así que me senté en el suelo recapacitando sobre nuestro estado y lo que podría pasar si nos quedaramos aquí para siempre.
El suelo estaba frio y húmedo ,había pequeñas piedrecitas que se te clavaban en el cuerpo como pequeños aguijones. No pude permanecer más tiempo en ese suelo porque las ropas se me empezaban a humedecer y eso no me ayudaría mucho ¡espera! humedad, pequeñas piedras, las ropas se mojan, ¿quien es el causante o fue de todo esto? Un rio, antigüamente las cuevas no eran más que simples montañas en las que había un ría, esas aguas iban erosionando las rocas haciendo una especie de agujero en esa roca, cada vez el agujero era más profundo haciendo galerías y esas galerías en más aún, terminando por unos grandes tuneles, a veces el rio solo se divide en dos u otras veces se divide en múltiples riachuelos, dejando infinidad de túneles.
Antes cuando exploramos vimos dos pasillos, y normalmente los ríos suelen salir por otra zona comunicandose por el exterior, tal vez uno de esos dos túneles nos den a una salida exterio y podamos buscar a Anghios desde ahí, pero no es 100% seguro y podríamos tardar algo de tiempo en rodear luego la montaña al salir, sin embargo no se si abrá otra salida.-¿Que os parece la opción de ir hacia el interior de las cuevas e introducirse dentro de una de las galerías? Seguramente tendremos más posibilidades de salir desde esas galerías ya que seguramente comunicarán con el exterior que quedarnos aquí llamando a gritos a un Troll cazador que seguramente ahora mismo hará lo que mejor se le da, cazar a no sea que ese guia traido le haya reservado un destino pero que el nuestro.
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**_Me parece bien podemos seguir a ver que encontramos dentro, pero seguro que estas bien? bueno si nadie mas tiene problemas podemos avanzar i investigar la cueva.
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Preocupado por anghios tenia ganas de salir de ese sitio las piedrecitas molestaban las ropas se estaban humedeciendo i no es un sitio que inspirase confianza pero aun sigo pensando por que hizo esto el guia i si el rey tiene algo que ver...**Bueno i tu Callum que crees que seria mejor? Yo creo que es buena idea
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Le dije sonriendo al hobit... -
Debido a mi espíritu aventurero, el plan de ir hacia las cuevas me tentaba, y mucho, pero mi enseñanza en la escuela de caballeros y paladines me obliga a razonar todas las posibles salidas. podría intentar romper las rocas de la entrada o, simplemente, ir apartandolas una a una con la ayuda de mis amigos. Y si optábamos por los túneles, ¿que camino tomar? No podíamos arriesgarnos: en esa oscuridad penetrante y esa humedad, sin comida, no duraríamos mucho si esos túneles eran muy enrevesados. Me dispuse a asumir el mandato del grupo y a dictar órdenes enérgicamente, que sería mejor que quedarme parado pensando:
_**- Compañeros, no hay duda de que el guía nos la ha jugado bien. Me pregunto qué tipo de magia habrá empleado para hacer la tormenta artificial, o siquiera si habrá sido el el causante. Pero volviendo a los asuntos inmediatamente importantes, deberíamos actuar cuanto antes para salir de aquí... esto me da mala espina. Biped, ayúdame a sacar estas rocas de abajo por favor. Agathor, sujeta tú las de arriba para que no se derrumben sobre nosotros. Con un poco de suerte, al quitar las de abajo se muevan las de arriba y se abra un pasadizo por el que poder huír.**_
Inmediatamente me puse manos a la obra para dar ejemplo y motivar a mis amigos para ejecutar la tarea con más optimismo. Vi sus caras largas por la pereza de trabajar y, encima, obedeciendo órdenes, pero no había otra alternativa.
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Bueno esta bien ayudame biped***sostengo las piedras de arriba para evitar asi que se caigan las de abajo*** rapido quitas las otras que pesan.
Pero asi no tardaremos demasiado? Bueno probemos
Pense que esa idea tambien podria servir pero no me convenzia demasiado...
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Acto seguido, Anghios un poco preocupado y a la vez siniestro por el guía decidió seguirle, pero si no quería que le descubriera, debería "deshacerse" del lobo, por precaución.
Un golpe de suerte tubo Anghios antes de seguir al guía. Encontró unas telas que parecían ser de Biped, que al caer las rocas, se habían desprendido de él.
Anghios cogió el trozo de tela y se lo pasó por el hocico al lobo, y le pidió que fuera con ellos.**Vamos chiquitín, ve en busca de ellos, me trae mala espina esto de que el guía abandone y al lluvia cese al instante de irse. **
El lobo fue en busca de los compañeros y Anghios fue en busca del guía entre los matorrales fríos y húmedos. Parecía haber desaparecido el guía. No lo encontraba por ninguna parte, lo tenía frente mis narices y después de parpadear... *FLUSH* desapareció.
Ahí se encontraba Anghios, en la fría noche, solo, y sin saber el camino de vuelta.
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-Otra vez volveis a ignorar mi propuesta, ¿que pasó la última vez que lo hiceron? Nos atraparon en esta fria y húmeda cueva, es más probable que estando aquí las rocas que intentamos quitar se nos vengan encima, y yo estoy herido así que no quiero prolongar mi dolor. Mi sugerencia es la siguiente sigamos hasta que los caminos se difurquen, y cuando tengamos que elegir entre los dos ya elegireis vosotros.
Es más probable salir con la intelegencia, que con la fuerza ya que seguramente se nos caerá una roca encima y nos dejará peor de lo que estábamos, sin embargo el rio es el que forma los túneles y siempre deja otra salida, no solo una más si no unas cuantas de miles más.Era ya mi último intento para que vinieran, si no me vería obligado a ir yo solo por las húmedas galerías en busca de la luz que ahora carecemos, y con esto evitaremos un desastre como el de otro derumbamiento de piedras ya que es la suerte quien decide si podremos salir de esta o no.
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- Amigo, encomendarnos al azar y a la suerte no es la mejor solución, pero si la situación así lo requiere, nos arriesgaremos. Acepto tu idea de ir por las cuevas - dije sin mucho énfasis - pero antes deberíamos buscar algo para encender fuego, para calentarnos, iluminarnos y protegernos de los animales salvajes que podrían habitar los túneles. Propongo dejar una señal en el suelo, una marca en la tierra con una piedra diciendo que hemos abandonado la cueva por los túneles, por si el troll no estaba aliado con el guía y volvía a la cueva a rescatarnos ,- en realidad, desde el principio desconfié de ese troll y estaba casi seguro de que nos abandonaría, pero siempre había esperanza - solo para que rodee la montaña y nos espere al otro lado.
Dicho esto, comencé a frotar una piedra contra otra para ver si conseguía la tan deseada fuente de calor y luz. Mientras, miraba a mis compañeros, invitándolos a imitarme, a ver quién conseguía hacer el fuego antes. Pensé que eso sería como un juego, un desafío que nos motivaría a hacerlo y estrecharía nuestras amistades. Para hacer el rato más agradable, pregunté:
- Biped, Agathor, ¿desde donde venís? ¿Qué era de vuestras vidas antes de emprender esta aventura? Yo provengo de la comarca Hobbit, en una aldea apartada de la ciudad, al sud-este, donde se halla la prestigiosa "Escuela de Caballeros y Paladines" de esa tierra. Vivía allí solo, ya que no he tenido la suerte de encontrar pareja ni de tener descendencia, y me dedicaba a vigilar la aldea de los bandidos y atracadores. No es un trabajo muy entretenido, ya que por allí nunca suele pasar nada fuera de lo normal, pero me mantiene ocupado y me da de comer.
Bueno, ya sabeis mi historia, ahora me conoceis un poco mejor. ¿Qué era de vosotros, amigos?Seguí intentando encender el fuego, ya en un ambiente más familiar, esperando la respuesta de mis compañeros allí presentes.
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Al parecer la idea de remover las rocas había sido desechada. Mientras Agathor sostenía las piedras de la parte alta, sintió una pequeña contracción en el brazo; la fuerzas del elfo no eran las adecuadas y el esfuerzo físico le comenzaba a afectar. Al ver el cambio de planes, decidió acompañar a sus compañeros. Sin alejarse mucho de la entrada, comenzaron a frotar distintas piedras, buscando algo que pudiera iluminarlos y guiarlos por los oscuros pasadizos de la cueva. La destreza del hobbit hizo posible que el fuego brotara rápidamente. Con mucho esfuerzo, Biped lograba poco a poco que el fuego apareciera. El elfo aún sufría, pues sus habilidades manuales no eran muy altas.
Sin embargo, poco antes de que el elfo lograra producir su propio fuego, otro derrumbe se hizo presente. A pesar de haber abandonado la idea de salir a la superficie, ya algunas rocas habían sido removidas. Biped y Callum lograron escapar rápidamente, con unas improvisadas antorchas ya listas en mano. Sin embargo, Agathor, quien se encontraba ensimismado en su labor, tardó más en reaccionar. Una roca cayó sobre el mismo brazo que poco tiempo atrás había sido forzado. Como resultado, un gran dolor se apoderó de él. En su mente se mantenía una sola idea "MI dios, Gran Abuelo, debe haberme castigado. No he cumplido sus preceptos durante mucho tiempo..." (-1 de destreza) Casi al mismo tiempo, Biped sintió un susurro agudo en el oído "Mi querido paladín...no olvides el engaño que tanto ha inculcado en ti tu diosa favorita...o te podrá pasar lo mismo, no lo ovlides..."
Con muchas más rocas en la entrada y ante otro posible derrumbe, la única salida era continuar por aquellos pasadizos.
Afuera, Anghios intentaba seguir la pista del guía. Por momentos parecía que su rastro desaparecía completamente del mapa, sin embargo los instintos del troll lo animaban a continuar. Corrió con todas sus fuerzas hasta toparse con el guía. El mismo que los había traicionado ahora intentaba liberarse de 2 nuevos héroes, un troll de color gris oscuro y un enano de poca barba vestido con una túnica se enfrentaban a él. "Tú, traicionaste a los enviados por el rey", "Debiste pensar mejor antes de actuar...".
Y así, ante los atónitos ojos de Anghios, el guía se limitó a sonreír. Miró desafiante a ambos contrincantes y desapareció en el aire, como si nunca hubiera existido. Molesto por haber perdido al guía, el troll se acercó a ambos personajes. Al aparecer, ambos lo miraron y adoptaron una posición defensiva nuevamente.- Tú, venías con el guía! Quién eres y quién era él?! Traidor!
Mientras tanto, un lobo buscaba sin descanso a las 3 personas atrapadas en la caverna. Sin opciones de ingresar por donde antes estuviera la entrada principal, se dispuso a buscar otra forma de entrar.
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yo, Shail, noble mago descendiente de las montañas del norte exijo una respuesta; El guía que hace unos días estaba contigo, troll, se suponía que nos llevaría por el Este en busca de las abominaciones surgidas recientemente, pero no sabemos porque al sentir tu presencia optó por atacar a mi acompañante y a mí. ¿Cuál es la razón de todo esto?
Dijo, el sabio enano desconcertado.