El resurgir de un Imperio (Juego de ROL)

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  • -Yo... em... es decir...

    No le salían las palabras de la boca a Anghios

    -A ver... yo...

    [...]
    Tras un suspiro grande, propuso a intentarlo de nuevo.

    -Veamos... yo soy Anghios, un troll cazador Dije con alegría al ver otro de mi misma raza -Y fui elegido por el rey, tanto a mi como a mis tres compañeros.
    Era una noche fría, una lluvia paranormal y un guía que debíamos esperar que no aparecía. Tras un tiempo apareció y nos llevo hacia una cueva, donde allí obtendríamos refugio de dicha lluvia.
    Yo, como bien ya saben los de mi raza, los trolls cazadores deben cazar para alimentarse antes de cada noche, por tanto, fui el 1º en despertarse e irse de allí para poder cazar algo. Más tarde vi que a medida que salía el guía de la cueva y se adentraba al bosque, la lluvia cesaba.

    Las palabras de Anghios parecían sinceras, no les quedaba más remedio que ir con ellos en busca de los otros tres compañeros.

  • Nos encontrábamos en un aprieto. Con agathor herido y sin antorcha, solo habí dos luces para alumbrar nuestro camino y éramos dos los que estábamos en condiciones de luchar contra cualquier imprevisto. No podíamos esperar a que Agathor se curara, porque moriríamos de hambre y sed. Cada minuto que pasaba en esa cueva, sentía que se me turbaba la cabeza y tendía a pensar en momentos pasados y felices. Ya sin soportar más tanta melancolía, me dispuse a actuar:
    _**

    • Amigos, ya tenemos fuego, que nos proporcionará luz, calor y defensa contra posibles ataques. Ahora, debemos elegir un camino. No hay tiempo para someterlo a votación, debemos emprender la marcha a paso firme o moriremos todos en este agujero. El que quiera salvarse que me siga, el que no, está en su derecho de quedarse.**_ - Me apresuré a levantar la antorcha del suelo y eché a andar por el túnel derecho, mirando hacia atrás a mis amigos, para ver quién me seguía. - **Vamos, rápido, venid aquí. Si nuestra misión realmente tiene importancia, los antepasados nos guiarán y nos ayudarán a salir. Amigos... **- dije en tono grave - el mundo está en nuestras manos... vamos allá.
  • Medio aturdido por la situacion me dispuse a seguirle ya que creia que era la forma mas viable para salir
    _
    Ya voi,ya voi esperame... Seguro que es por aqui? Bueno sigamos._

    I seguimos por ese camino con la esperanza de salir vivos i poder encontrar a anghios.

  • Me quedé en medio de los dos túneles, siempre suelo proseguir eligiendo el camino a una dura votación, ya que las desviaciones de los tuneles varían en kilómetros. No es muy agradable verlo que puede pasar si nos vemos cayendo pur un agujero en medio de aquel tunel, por el terrible capricho de la naturaleza de haber querido erosionar en ese lugar. Normalmente no soy muy de seguir y siempre realizo mis labores solo, el tunel de la izquierda me daba buena sensación por que noté un peqeña brisa aunque en esos momento de confusión podría a veer sido cualquier cosa.

    _-Caballeros sintiendolo mucho no me digno a seguirles, mi instinto y mi pensamiento me dicen que ese tunel no es el correcto. Entiendo que no quieran hacer ustedes lo mismo pero mi elección es el tunel izquierdo. No importa su decisión, yo ya estoy acostumbrado a trabajar solo y esto es un trabajo más.
    _

    Me despedí de ellos mientras yo tomaba el tunel izquierdo, había algo en mí que me haría salir da ahí, continué por él hasta que la única luz que alumbraba era la llama de mi antorcha, y esta vez no me digné a mirar hacia atrás ya que el único que seguramente el único que seguirí este tunel sería yo.

  • Caminando por el bosque me encontré con Shail, el enano y Anghios, uno de mi especie. Tras acercarme lo suficiente, les saludé:

    -Hola, soy Aedan, un troll paladín. Supongo que un troll y un enano en medio de esta tierra de humanos no pueden ser otros que elegidos del rey que superaron el acertijo del sabio. Siento no haber podido llegar antes, vengo de la lejana tierra de Erlang y he tenido problemas para encontrar el camino. Sin embargo, tenía entendido que el rey eligió a seis y sólo os veo a vosotros. ¿Ha pasado algo que deba saber antes de mi llegada?

  • -Yo tampoco estoy muy enterado, pero sé más o menos de qué va la cosa...
    El rey nos mando en busca de un guía hace unas 10 horas aproximadamente. El guía no daba señales de vida, así que seguimos esperando con una lluvia torrencial espantosa.
    Tras X tiempo, el guía apareció y nos llevó bajo una cueva donde descansaríamos esta noche. Yo soy cazador Aedan, y como bien sabes, debo cazar para comer, así que fui el primero en levantarse e irse a cazar la misma noche.
    Mientras iba por el bosque vi pasar al guía y... la lluvia cesó. Me quedé un poco sorprendido pero podría ser casualidad.
    Después de eso, seguía el rastro al guía, hasta que escuché la conversación con él y vosotros dos y...

    Anghios se paró a pensar un momento

    [...]

    -Hmmm... no sé vosotros, pero si ese guía nos ha traicionado... ¡¡¡MIS COMPAÑEROS PUEDE QUE NO ESTÉN A SALVO!!!

    Les invité a que me acompañaran hacia la cueva donde dormíamos. Pensé que la cacería podría esperar un poco más y me dispuse a buscar la cueva.
    Estaba desorientado, y...

    -¿Pero qué es eso? Miró Anghios detenidamente unas huellas en el barro mojado...

  • -Anghios, conozco bien tu necesidad, mi tío fue también cazador y no podía controlar sus impulsos, pero espero más de ti. Si nuestros compañeros puede que estén en peligro debemos ir a ayudarles, si no sentiría que mi instrucción como paladín no sirvió para nada. Shail, Anghios, guiadme hasta la cueva.

    Aunque era consciente de que Anghios probablemente sucumbiera a la tentación, aún esperaba que Shail me llevara a la cueva, ignorando que él también acababa de llegar.

  • Con la la decisión ya tomada en los óscuros túneles, Biped iría solo por el lado izquierdo mientras Agathor y Callum se aventurarían por el otro camino. El grupo cada vez se dividía más, poniendo en gran peligro a todos y cada uno de los integrantes del mismo.
    A medida que avanzaba, el camino de Biped se hacía cada vez más estrecho. Los nervios empezaban a apoderarse de él y la idea de volver sobre sus pasos tomaba más y más fuerza. Sin embargo, una gran sala llena de rocas se abrió ante sus ojos cuando el pasadizo amenazaba con cerrarse completamente. Sonriendo, entro en él, triunfante, sabiendo que la razón y sus instintos habían sido correctos nuevamente...

    • Y al parecer nuestro retador llega con mucha confianza - exclamó una voz bastante conocida - Muy en el fondo sabía que asesinarlos no sería tan fácil. Luego del derrumbe pensé que moriríais sedientos y cansados en este horrible lugar. Pero decidí no arriesgarme y ver que tal lo llevábais... Y ahora, viéndote solo y sin ninguna posible ayuda cerca...creo que mi idea de haceros desaparecer sin complicarme era correcta al fin y al cabo. Lástima que no pueda mancharme las manos con tu sangre, ganas no me faltan. Pero un par de amigos podrán hacer mi trabajo sin problemas. Suerte, honorable paladín. Mucha suerte! - gritó el guía mientras dos enormes figuras se hacían presentes en el enorme recinto. Ante los ojos de aquel mortal, dos demonios llenos de azufre por fuera y de ira por dentro rezumaban odio a través de todo su cuerpo, a través de garras al rojo vivo y de ojos centelleantes. Aquellas bestias, que solo respondian a sus instintos asesinos, miraban furiosamente a la única posible presa en aquel lugar. - Y que te diviertas! - dijo el guía momentos antes de desaparecer en una densa nube de humo.

    La sala tenía 2 entradas. Una por la cual Biped había ingresado minutos antes y otra que se encontraba cubierta por una enorme roca. Sería necesario mucho esfuerzo y trabajo físico para apartarla o romperla. Más allá de eso, aquel lugar parecía haber sido preparado para batallar hacía mucho tiempo. Sólo el techo y las paredes estaban llenas de rocas puntiagudas. El suelo era liso y plano, sin embargo algunas piedras rotas reposaban sobre su superficie, probablemente producto de algún desprendimiento.

    Por otra parte, Agathor y Callum lograban vislumbrar lo que posiblemente era una salida. Estando ya muy cerca, la luz de la luna logró reflejar la figura de un lobo. Mirándolos fijamente, corrió hacia ellos a una velocidad insuperable. Cuando ya ambos estaban preparados para librarse de aquel animal, lograron reconocer en él a la mascota de Anghios. Creyendo estar cerca del troll aliado, se apresuraron en salir de la cueva y encontrar a su compañero.
    Pero el lobo se resistía a salir de aquella caverna. Anghios había encontrado un trozo de tela perteneciente a Biped. Y era a él a quien el lobo buscaba. Agathor y Callum se miraron cuestionantes. Podían salir de la cueva, buscar al troll e intentar encontrar al humano. O podían regresar a ella y junto al lobo ir nuevamente por los oscuros pasadizos para adentrarse en el camino que el paladín había tomado.

    En el bosque, Anghios, Aedán y Shain decidieron buscar a los otros 3 guerreros. Esta vez, el troll cazador logró controlarse a sí mismo y seguir a sus 2 nuevos compañeros. Estando a punto de partir, escucharon varias voces. Agudizando sus oídos, llegaron a escuchar una sola frase.

    • Hacia ellos!

    Y en cuestión de segundos, cinco soldados armados con espadas se abalanzaban sobre ellos con el único propósito de castigar a quienes habían osado traicionar la confianza del rey. Cinco soldados pertencientes al imperio.

  • Ya que habíamos encontrado la salida, pensé en salir y respirar aire fresco lo antes posible. Pero cuando ya me encaramaba hacia la luz, por mi mente pasó una imagen de Biped atrapado, solo, sediento y cansado.

    -Agathor, no podemos dejarlo así, pero si no salimos quizá el troll no nos encuentre jamás... - pensé en esto durante cinco segundos y respondí- Bueno, ese troll tenía pinta de ser fuerte... tiene los mimos ojos luchadores que un antepasado de mi família, que vino siendo un forastero y se marchó honorado como un héroe. Creo que lo que debemos hacer es ir a buscar a Biped y luego saldremos todos juntos a buscar a Anghios... nos conviene ir todos juntos si queremos sobrevivir.

    Pensé en qué era más sensato y me di cuenta enseguida: nos escaseaban las provisiones.

    -¡Un momento! -Exclamé. Salí fuera de la cueva y recogí un matojo de hierbas- Con esto tendremos para meter algo en el estómago si se nos complica la tarea. No creo que esté muy bueno, ni siquiera sé si es comestible, pero servirá. Orejitas - bromeé- coje tu también unas cuántas y entraremos otra vez a buscar a Biped.

  • ¿Unos demonios? Puede que sean una terrible amenaza pra algunos, pero para mí nunca es demasiado, sí admito que algo de temor tengo más que nada por mi vida, en ese momento, de esos que te pasa toda tu vida en diapositivas ví en un lado apartada y sola la salida taponada con una gran roca, pero ni mi gran destreza ni mi gran fuerza podría ayudarme por la sencilla razón de que es demasiado peso para mí, solo un ser lo suficientemente poderoso podría hacerlo, tanto que incluso podría vencerme a mí, espera un momento, ¿quién ahora mismo está en condiciones mejores que las mias? ¡Los dos demonios! No creo que fueran suficientemente listos ya que en esta vida o se tiene una cosa o se tiene la otra, no creo que sean fuertes y superinteligentes a su vez, de tal forma que ideé un plan, en el que consistía en ponerme delante de aquella roca y esperar lo que debía suceder, dejar que los demonios fueran a por mí, con mi gran precisión debería apartarme cuando practicamente anhelara el aliento de los demonios, haciendo así que la roca sufriera la desventura por mí rompiendose y permitiendome escapar de esas indeseables criaturas consiguiendo mi popósito. Aún que debería ser rápido ya que posiblemente el estruendo del golpé que producirán los demonios, haría que cayera sobre mí y sobre los demonios parte de aquél afilado techo, pero si soy capaz de salir pronto, los demonios serían los únicos de correr mi desventura

    Corrí rápidamente hacia la gruta precabiendome de no producir una rotura del techo, me puse delante del gran pedrusco.
    _
    -¿Quereis destruirme? Muy bien, intentazlo o por lo menos probazlo._

    Suficiente para picar a unos simples demonios, me quedé inmovil esperando que los demonios estubieran lo suficientemente cerca como para casi tocarlos para apartarme en ese mismo instante.

    Ya casi podía distinguir sus pequeñas partículas de azufre difunminadas entre todo su cuerpo, un poco más, los dos demonios estaban cada vez más cerca de mí, un poco más. Ya percibía el aliento del demonio, ya casí está. En ese mismo instante me ví enfrente de dos terroríficos demonios, agilmente me aparté de su camino produciendo un grandísimo estruendo levantando un montón de polvo haciendome incapaz de ver lo sucedido.

    Bueno, no sé si habré hecho mal en decir que los demonios se acercaban a mí, pero supuse que lo harían ya que pone que;

    estaban llenos de ira que solo respondian a sus instintos asesinos, miraban furiosamente a la única posible presa en aquel lugar.

    y la acción es apartarme rápidamente, si no está bien lo que puse, por que controlé la acción de acercarse de los demonios, continua con la historia a partir de

    cerca como para casi tocarlos para apartarme en ese mismo instante.